miércoles, 7 de mayo de 2014

Sardinas Marinadas




Compran sardinas pequeñas que se llaman parrochas. Quitan la espina como si fueran boquerones. Se lavan bien lavadas. Dejan escurrir  bien.
Preparan en un cuenco: 
 Dos cucharadas de sal, cuatro de azúcar  morena (de caña), si pueden comer azúcar blanca de remolacha les saldrá más económico, y una cucharadita de eneldo. Hacen como una cama fina y van colocando las sardinas  limpias y escurridas. El resto del preparado se lo echan por encima. Tiene que soltar el jugo durante 24  horas porque son filetes finitos.
Pasado el tiempo las lavan. Van lavando de una en una. Colocan en un escurridor. 

Dividen la sardina por la mitad. Con un cuchillo afilado y pequeño, van raspando la piel. Con suavidad porque la piel va saliendo muy bien.

Tienen que quedar sin piel para que sean más suavitas. A y sin cola así parece autenticas anchoas.



Secan en un paño limpio o en papel de cocina.

Suavemente aplastan un poco para que queden lo más secas posibles.

Aquí ya están muy secas.


Pasan a una recipiente colocando de uno en uno los filetitos de sardinas.
Echan aceite de oliva por encima, si que lleguen a nadar en él,  y tienen unas cuantas cenas.

Esta ha sido mi cena. Una  tortita de arroz con filetes finos de tomate y  sardinas hechas como si fueran boquerones, y la otra tortita de arroz con sardinas hechas como si fueran anchoas.
A mí me gustan más éstas porque están menos saladas. A penas se nota la sal.
 Sardinas de diferente sabor y color. Esto mismo con los boquerones quedan igualmente deliciosos. Pero ahora el boquerón va caro de ahí que lo haga con sardinas, con parrochas.


Ésta ha sido la cena de mi compañero.
Rebanadas de pan con finas lochas de tomate y encima sardinas como si fueran boquerones, y en la otra pues sardinas como si fueran anchoas.
De esta forma se economiza y si no decimos nada, nadie sabe que éstas delicias están hechas de parrochas.
Buen provecho.

Ahhhhhhhhhh, les cuento un secreto para el boquerón quede blanco y duro.
Una vez lavado y quitado la espina, se escurre. Se prepara en  un cacharro hondo: dos cucharadas de sal. Dos cucharadas de agua oxigenada. Y dos vasos de vinagre. Se mezcla bien todo. Y se van incorporando los boquerones uno a uno en la mezcla.  Se tienen de un día para otro en vinagre. Se sacan y lavan varias veces, y ya saben, escurren,  y a un cacharro con aceite, ajo picadito y perejil.
Buen provecho

Por cierto, aprovecho a comprar sardinas cuando han bajado. El lunes compré dos kilos en el Mercadona a un euro con noventa y nueve céntimos el kilo. Hay que ahorrar en la cesta de la compra.